sábado, 30 de octubre de 2010

Friends will be friends??


Hoy es Sábado. Sábado 30 de noviembre y ya pasamos las 12 por lo que en fin, estamos en los primeros minutos de esta noche de Halloween.

La mayoría de amigos/conocidos/compañeros hoy salen a bailar, ponerse en pedo, histeriquear con minas, o hacerse los difíciles en los boliches más populares de Buenos Aires. "Noche de halloween, fiesta privada halloween". Mañana subirán a facebook miles de fotos mostrado ello.

Mi noche es distinta. En casa, tranqui, escribiendo algunos ensayos, viendo alguna peli, escuchando música, comiendo dulces.

Muchas veces me pregunto: ¿Por qué mis sábados ( digo sábados por decir un día del finde semana) son tan distintos a los sábados de mis (reitero) amigos/conocidos/compañeros?

No es que no tenga ganas de salir: si bien disfruto salidas nocturnas como salir "a bailar", a veces prefiero hacer otras cosas como ir al cine, al teatro, a cenar o tomar un café, o quizás hacer algo fuera de lo que usualmente la gente haría los sábados por la noche.

Innumerable cantidad de veces no encuentro la persona adecuada con la cual realizar este tipo de cosas; me gusta tener mis espacios para hacer cosas sola, pero la mayoría de las veces todos necesitamos de alguien.

Entonces, ¿con quién salir, disfrutar, pasarla bien, cagarme de risa, charlar y compartir momentos?
Buena parte de mi infancia y pre- adolescencia compartí cosas con quién solía ser mi mejor amiga: esa personita que conoces en 1er grado el primer día de clases. Eramos inseparables.
Y de dos, pasamos a tres, y de tres pasamos a cuatro y así sucesivamente se fue agregando gente al grupo, pero los vínculos ya no eran los mismos y la fortaleza de la amistad tampoco. Eramos como un gran grupo dividido en pequeños subgrupos, al cual yo, un día, ya no pertenecía más.
Mi mejor amiga ya no lo es, y mi reemplazo fue la tercera persona que se sumo al dúo.
Con el resto del grupo nunca terminé de conocerme, por lo que simplemente nos "llevábamos bien" salvo por dos personas: una creo que fue un muy buen intento de amistad, un compañero del cole con el que me llevaba super bien (incluso fue mi compañero de banco el último año del sec.) y la otra fue una persona que sí llegué a conocer apenas un poquito más e incluso fue ella quién me introdujo a un ambiente en el que más tarde tendría la oportunidad de trabajar. Se trata de los llamados "otakus": esos que leen cómics, mangas, ven animé, escuchan j-pop o j-rock, y son fanáticos de todo ello.
En ese ambiente solo tuve "conocidos"; el único "amigo" pasó a ser novio y de ser novio pasó a ser "ex-novio" y de "ex-novio" pasó a ser "¿amigo?" ( hoy ese es uno de mis dilemas sin resolver, ya que el vínculo que se supone que nos une no es el de "estar" siempre).
En fin, hay otros casos que no valen la pena citar, salvo por una persona que conocí en mi viaje de egresados, sigue siendo alguien que hoy por hoy es un "conocido" nada más, no hay "feeling" y solo eso. Punto.
Más tarde vinieron mis compañeros de facultad: el primer grupo con el que me junté solía ser un boceto de amistad, que por diferencia con una de las integrantes, dejé de juntarme, vuelta a ser simplemente "conocidas". Entrados en el segundo cuatrimestre, comencé a juntarme con dos nuevas personitas y aquí estoy, aún tratando de dilucidar la diferencia entre compañeros y amigos.

Hoy nadie merece llamarse "mi amigo/a": ni mi mejor amiga desde primer grado, ni su amiga, ni mis compañeros de colegio, ni mis compañeros de teatro, ni esta persona con la que no hay "feeling", ni quién me introdujo al ambiente otaku, ni mi ex, ni mis compañeros de facultad y muchos más ni que ya ni recuerdo.

Nuca tuve un grupo fuerte y duradero con el cual compartir crecimientos y logros personales: si tuve la oportunidad de tener un grupo así, nunca supe aprovecharla, y si nunca la tuve, nunca supe como conseguirla, y si alguna vez tuve verdaderos amigos, nunca supe reconocerlos ni saber como mantenerlos. Quizás sea inusual, pero para mí, es más de lo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario